Atropellados


Lunes feriado por la noche
no se ni qué decir.
Resaca de un fin de semana que fue 
cualquier cosa
menos fin de algo. 
Tres bocas
me preguntan si pueden fumar adentro
una de ellas me regala un ramo de flores
y me da un beso
en el baño de un bar 
al que nunca fui.
¿Cómo podría meter la narración en todo esto?
si fueron
destellos
aislados,
inconexos
que probablemente
hayan terminado
si ocurrieron.
Y su sombra,
el sobretodo azul marino
al que hubiera halagado 
con la peor de las frases ahogadas
y me contuve. 
Seis ojos para vos
o salir a fumar un pucho
y arruinar la foto.
Me gustaría estar con vos,
me gustaría este rato de nada con vos
pero es como si
¿te darás cuenta?

yo por momentos,
quizás,
al otro día,
medio despierta,
medio dormida,
dejo entrar
un rayo de luz de la noche de ayer
llena de porqués
y de dudas
y de peros.
Y el pretérito pluscuamperfecto,
ese que empieza con:
Y si hubiera.
Entonces
saco a pasear todo ese desorden
a ver si se diluye con el frío
y algo de suerte.
Como si a veces 
quisiese despedirme por un rato.
No llevarte a todos lados,
absolutamente
a todos lados,
mi tapado
avanza la calle
mira a uno,
mira a otra,
piensa igual,
dice igual,
siente igual.
Y qué aburrido ver siempre,
La misma gente,
con los mismos recuerdos,
de los mismos lugares.

Me fui de tema.
Suelo irme de tema
cuando veo
que te estás acercando.
Es que si fueras una cárcel
me encerraría en vos todo el invierno.
Haría un mapa.
Estudiaría las cañerías 
y los pasadizos secretos
solo por si acaso,
solo porque hay que conocer
siempre
la salida de emergencia.
Y el juicio: 
No debería asociarte a ese concepto.
Pienso que,
después de no se cuantos años
y un fin de semana
largo
y corto
en emociones,
podría
preguntarme,
si me dieran ganas,
cómo es que me cruzas
y no te atropello
cuando los semáforos no funcionan
que es
la mayoría del tiempo. 
Cómo es que
no nos cruzamos
y apagamos las luces
por un rato.